Ha llovido toda la noche y amanece mostrando un bonito arcoiris sobre el castillo de Puebla de Sanabria. Hoy toca superar un par de puertos para finalmente entrar en Galicia.
Tras atrevesar el puente sobre el Río Tera bordeamos la población por la derecha avanzando paralelos al Río Castro hasta que finalmente salimos a la N-525. Ya por asfalto dejamos a la derecha Terroso, comenzando a llover antes de llegar a la localidad de Requejo, donde siguiendo el trazado de la nacional comenzamos a afrontar la primera subida del día. Por el carril de vehículos lentos vamos subiendo, aguantando los chaparrones intermitentes, hasta que llegamos al tunel de Padornelo.
El asfalto mojado hace peligroso la bajada, no pudiendo disfrutar tanto como quisieramos de las vistas que se nos ofrecen hasta Padornelo.
Atravesamos la localidad, dejando más adelante la carretera nacional por una carretera estrecha que nos lleva hasta Aciberos y bajamos hasta el Río Pedro.
Ya en subida y serpenteando pasamos Hedroso antes de llegar a Lubiín, donde hacemos acopio de comida en un comercio en el que amablemente nos ofrecen una estufa para calentarnos y un lugar para cambiarnos la ropa mojada. En Lubián una breve visita turística y posterior comida.
Tras el refrigerio, comenzamos a afrontar la segunda dificultad del día primero por la carreterilla y despues por la nacional, echando un vistazo atrás antes de llegar al Tunel de A Canda.
Al otro lado del tunel entramos en la provincia de Orense. ¡¡¡Ya estamos en Galicia!!!.
Aquí el viento sopla fuerte en contra y nos chafa una bonita bajada hasta A Vilavella. Un trayecto serpenteando a un lado y otro de la autovía nos lleva hasta la última dificultad del día, el Alto do Cañizo.
Después, todo bajada hasta la meta de hoy, A Gudiña.
Localizamos el albergue, y después de la ducha, el correspondiente paseo para estirar un poco, antes de la cena.
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